miércoles, 10 de agosto de 2016

Actividades turísticas contenidas en el reglamento de uso de los parques nacionales: CANAIMA

El Parque Nacional Canaima fue creado el 12 de junio de 1962 (República de Venezuela 1962) con la finalidad de proteger el grupo de montañas conocidas como tepuyes y otros elementos de incomparable belleza como el Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo. Inicialmente el área del parque comprendía lo que hoy se denomina administrativamente como Sector Occidental, con una extensión de 1.913.750 ha que comprendía la localidad turística de Canaima, así como las montañas del Chimantá-tepui y el Auyán-tepui. El 9 de septiembre de 1975 (República de Venezuela 1975) el parque es ampliado para incluir una gran extensión de la Gran Sabana y de las nacientes del Río Caroní, principal alimentador del Embalse de Guri (CVG – Edelca 2004a), el cual administrativamente ha sido denominado como Sector Oriental, y que abarca una extensión de 1.086.250 ha., para sumar en total unas 3 millones de hectáreas, siendo el segundo parque nacional más grande de Venezuela (MARNR 1992).

 Este parque fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad en diciembre de 1994 (INPARQUES y UNESCO s/f). Luego de haber sido evaluado e inspeccionado por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) se determinó que cumplía con los cuatro criterios de selección establecidos por la Convención de Patrimonio Mundial: - Es muestra relevante que representa las mayores etapas de la historia de la evolución de la tierra. - Es ejemplo sobresaliente que representa significativos procesos geológicos y biológicos actuales en la evolución y desarrollo de ecosistemas terrestres y acuáticos y de comunidades de plantas y animales. - Contiene fenómenos naturales superlativos, raros o únicos, así como formaciones, rasgos y áreas de excepcional belleza. - Es hábitat donde sobreviven poblaciones de especies de plantas y animales raros o en peligro de extinción. La administración y manejo del parque le corresponden al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), organismo que está adscrito al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARN).
Únicamente el Sector Oriental de Canaima o Gran Sabana poseen Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, que data del 5 de junio de 1991 (República de Venezuela 1991), el cual establece siete zonas de manejo:
 • Zona de Protección Integral: Incluye los ecosistemas que justificaron la declaración del área protegida y que ameritan protección absoluta, por lo tanto no hay uso públicoy sólo se permiten las actividades de guardería ambiental y de investigación científica. En el Sector Oriental incluye los bosques primarios basales del Roraima; los tepuyes Ptari, Kukenán, Apauraí, Sororopán y Cerro Venamo; la Sierra de Lema y las nacientes de diversos ríos, entre ellos el Kukenán, Arabopó y Aponwao.
 • Zona Primitiva o Silvestre: Está conformada por ambientes prístinos relevantes que pueden tolerar un uso moderado, incluyendo actividades como la investigación científica, la educación ambiental y actividades recreativas de excursionismo. Incluye las áreas de morichales, arbustales edáficos, bosques primarios, bosques de galería, bosques de cuencas altas y los saltos de Chinak-merú, Torón-merú y Karuay-merú.
 • Zona de Ambiente Natural Manejado: Son áreas que contienen muestras de los rasgos más significativos del parque, y en donde se permite la realización de actividades con un mínimo de impacto humano tales como la educación ambiental, la recreación pasiva y extensiva, así como la construcción de infraestructura rústica para los visitantes, como refugios y miradores. Abarca gran parte del Sector Oriental, puesto que incluye el relieve de las cuestas, mesas bajas y paisajes de colinas con vegetación dominante de sabana.
 • Zona de Recreación: Son sectores propicios para la recreación masiva y en donde se permite la mayor densidad de visitantes. Se permite la construcción de instalaciones para el servicio de los usuarios, como centros de visitantes, cafetines y puestos de guardaparques. Existen 23 sitios de recreación definidos a lo largo de los cinco ejes siguientes: La Escalera – La Ciudadela – San Rafael de Kamoirán, San Rafael de Kamoirán – San Francisco de Yuruaní, San Francisco de Yuruaní – Paratepui de Roraima, San Francisco de Yuruaní – Puente Río Kukenán y Luepa – Parupa – Kavanayén – Karuai.
• Zona de Uso Especial: Comprende áreas donde se desarrollan actividades que están restringidas y sometidas a regulaciones especiales, y en otros casos se desarrollan usos incompatibles con la figura del parque nacional, pero que ya existían antes de su creación. Abarca las comunidades indígenas más grandes e importantes, como Kavanayén, Kumarakapai (San Francisco de Yuruaní), San Ignacio de Yuruaní y Wonkén; las misiones religiosas de Kavanayén y Wonkén; así como las áreas ocupadas por obras públicas, como las microcentrales hidroléctricas, tendido eléctrico y pistas de aterrizaje.
• Zona de Interés Histórico-Cultural: Está conformada por sitios de carácter histórico en los cuales se busca garantizar la conservación de las características culturales y étnicas de las comunidades indígenas Pemón. Incluye 13 comunidades indígenas: San Isidro, Iboribó, Anonté, San Rafael de Kamoirán, San Juan de Kamoirán, Vista Alegre, Paraitepui de Roraima, Chirimatá, Awarkay, Uroy-Uaray, Kako, Taukén Nuevo y Santa Cruz de Mapaurí.
• Zona de Recuperación Natural: Son sectores que han sufrido alteraciones antrópicas en su ambiente y que deben ser sometidos a un tratamiento de recuperación natural o inducido para restaurar sus condiciones originales. Comprende 9 áreas ubicadas principalmente en las cercanías de las carreteras, así como el tepuy de Roraima, el único en donde se permite el acceso de visitantes.

El plan también contempla los lineamientos básicos y directrices de los programas de administración y manejo necesarios para garantizar el cumplimiento de los objetivos del parque, los cuales comprenden los siguientes campos de acción: calidad ambiental; infraestructura básica; seguridad, vigilancia y control; participación ciudadana; resguardo y promoción de la cultura de la etnia Pemón; investigación, educación, recreación y turismo (República de Venezuela 1991).

TURISMO
 El turismo comenzó a ser una actividad de mayor importancia en la Gran Sabana a partir del año 1989, cuando culminó el asfaltado de la carretera Troncal 10 hasta Santa Elena de Uairén. A lo largo de este eje carretero se encuentran diversos atractivos turísticos que son muy frecuentados por los visitantes en las temporadas vacacionales. Algunos de ellos son: La Piedra de la Virgen, Salto El Danto, Monumento al Soldado Pionero, Centro de Visitantes de Inparques, Rápidos de Kamoirán, Salto Kamá (Kamá-merú), Mirador de El Oso (donde se aprecia la Cadena de Tepuyes Orientales), Quebrada Arapán-merú (Pacheco), Suruape y Kako-parú (Quebrada de Jaspe) (Huber y Febres 2000).
Esta carretera posee dos ramales, el primero de ellos se encuentra en Luepa y va en dirección hacia Kavanayén, y los principales atractivos son: Salto Torón (Torón-merú), Salto Aponwao (Chinak-merú) y el edificio de la misión capuchina de Kavanayén. El segundo ramal de la carretera se encuentra en Kumarakapai y se dirige hacia Paraitepui de Roraima, una vía que se caracteriza por tener un paisaje de altiplanicie ondulada con un predominio de sabanas abiertas dominado por las imponentes montañas de Roraima y Kukenán. Desde el puesto de guardaparques de la comunidad de Paraitepui, salen las excursiones que tienen como meta ascender al Cerro Roraima (2.810 m), único tepui en donde se permite la presencia de visitantes. Este tepui es visitado anualmente por unas 3.000 personas y la mayor afluencia se presenta en los meses de agosto y diciembre, así como en la Semana Santa. Para Roraima se ha definido una capacidad de carga de 50 personas, con lo cual se busca minimizar el impacto de los excursionistas. Actualmente no existe una tarifa de entrada para los visitantes, pero si es obligatoria la contratación de guías para ascender al tepui, servicio que generalmente es prestado por indígenas de la etnia Pemón.
El resto de las áreas recreativas es frecuentado por otro tipo de visitante que prefiere la actividad de contemplación del paisaje, que viaja en su vehículo particular y visita los atractivos ubicados cerca de la carretera, pernoctando por lo general en algunos de los alojamientos disponibles o permaneciendo en las áreas para acampar. Los meses de mayor afluencia de visitantes también son Agosto, Diciembre y la Semana Santa. De estas áreas recreativas la más frecuentada por los visitantes es la Quebrada de Jaspe (Kako-parú), en cuyo lecho hay un afloramiento de rocas de jaspe de origen volcánico, que suelen despertar la codicia de quienes la observan. Existe un puesto de guardaparques en el cual se lleva un registro de los visitantes, que en Semana Santa llega a sumar más de 3.000 personas. Al igual que en todo el Sector Oriental, actualmente no se está cobrando una tarifa de entrada.

Recientemente se realizaron unas obras de reacondicionamiento en el área recreativa de Quebrada de Jaspe, que estuvieron a cargo de CVG – Edelca, la empresa responsable de la construcción del tendido eléctrico que atraviesa la Gran Sabana y el Parque Nacional Canaima. Esta misma empresa también reacondicionó el área recreativa de Suruape (Sarowapo) y el mirador de El Oso, lugar donde se puede apreciar la Cadena de Tepuyes Orientales sin la interrupción visual y paisajística del mencionado tendido eléctrico. Existen facilidades de alojamiento dentro del parque, como el Campamento Turístico Chivatón, el Campamento Mantopai y la Misión de Kavanayén, ubicados en la vía hacia Kavanayén.
En la carretera Troncal 10 se puede encontrar hospedaje en Kama-merú y en los Rápidos de Kamoirán, donde también hay una estación de servicio. Existen otras más, incluyendo las opciones que ofrecen los mismos habitantes de las comunidades indígenas. Diversas operadoras turísticas ofrecen variadas opciones de rutas y modalidades de turismo para los visitantes, entre ellas se encuentran Ruta Salvaje, Akanan Travel & Adventure.
Backpacker Tour, Biotrek y Petoi Tours entre otras. Estas operadoras están registradas en el Instituto Nacional de Promoción y Capacitación Turística (Inatur) y en la Cámara de Turismo del Estado Bolívar, pero no están registradas en Inparques. Las aerolíneas Rutaca y Avior ofrecen vuelos regulares que llegan hasta Santa de Elena de Uairén, e incluso con otras empresas se pueden contratar vuelos que pueden llegar hasta alguna de las pistas de aterrizaje ubicadas dentro del parque.

Actualmente Inparques está coordinando las mesas de discusión para la elaboración de un Plan de Manejo Turístico para la Troncal 10, proceso en el cual están participando todos los actores relacionados con la actividad, incluyendo los distintos niveles de gobierno, empresas turísticas y comunidades indígenas. El objetivo es coordinar acciones para regular el desarrollo del turismo en armonía con los objetivos de conservación del parque, así como realizar un registro y certificación de las operadoras y guías turísticos que prestan sus servicios en el parque.

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