El Parque Nacional Canaima fue
creado el 12 de junio de 1962 (República de Venezuela 1962) con la finalidad de
proteger el grupo de montañas conocidas como tepuyes y otros elementos de
incomparable belleza como el Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo.
Inicialmente el área del parque comprendía lo que hoy se denomina
administrativamente como Sector Occidental, con una extensión de 1.913.750 ha
que comprendía la localidad turística de Canaima, así como las montañas del
Chimantá-tepui y el Auyán-tepui. El 9 de septiembre de 1975 (República de
Venezuela 1975) el parque es ampliado para incluir una gran extensión de la
Gran Sabana y de las nacientes del Río Caroní, principal alimentador del
Embalse de Guri (CVG – Edelca 2004a), el cual administrativamente ha sido
denominado como Sector Oriental, y que abarca una extensión de 1.086.250 ha.,
para sumar en total unas 3 millones de hectáreas, siendo el segundo parque nacional
más grande de Venezuela (MARNR 1992).
Este parque fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Natural de la
Humanidad en diciembre de 1994 (INPARQUES y UNESCO s/f). Luego de haber sido
evaluado e inspeccionado por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) se
determinó que cumplía con los cuatro criterios de selección establecidos por la
Convención de Patrimonio Mundial: - Es muestra relevante que representa las
mayores etapas de la historia de la evolución de la tierra. - Es ejemplo
sobresaliente que representa significativos procesos geológicos y biológicos
actuales en la evolución y desarrollo de ecosistemas terrestres y acuáticos y
de comunidades de plantas y animales. - Contiene fenómenos naturales
superlativos, raros o únicos, así como formaciones, rasgos y áreas de
excepcional belleza. - Es hábitat donde sobreviven poblaciones de especies de
plantas y animales raros o en peligro de extinción. La administración y manejo
del parque le corresponden al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES),
organismo que está adscrito al Ministerio del Ambiente y de los Recursos
Naturales (MARN).
Únicamente el Sector Oriental de
Canaima o Gran Sabana poseen Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, que data
del 5 de junio de 1991 (República de Venezuela 1991), el cual establece siete
zonas de manejo:
• Zona de Protección Integral: Incluye los
ecosistemas que justificaron la declaración del área protegida y que ameritan
protección absoluta, por lo tanto no hay uso públicoy sólo se permiten las
actividades de guardería ambiental y de investigación científica. En el Sector
Oriental incluye los bosques primarios basales del Roraima; los tepuyes Ptari,
Kukenán, Apauraí, Sororopán y Cerro Venamo; la Sierra de Lema y las nacientes
de diversos ríos, entre ellos el Kukenán, Arabopó y Aponwao.
• Zona Primitiva o Silvestre: Está conformada
por ambientes prístinos relevantes que pueden tolerar un uso moderado,
incluyendo actividades como la investigación científica, la educación ambiental
y actividades recreativas de excursionismo. Incluye las áreas de morichales,
arbustales edáficos, bosques primarios, bosques de galería, bosques de cuencas
altas y los saltos de Chinak-merú, Torón-merú y Karuay-merú.
• Zona de Ambiente Natural Manejado: Son áreas
que contienen muestras de los rasgos más significativos del parque, y en donde
se permite la realización de actividades con un mínimo de impacto humano tales
como la educación ambiental, la recreación pasiva y extensiva, así como la
construcción de infraestructura rústica para los visitantes, como refugios y
miradores. Abarca gran parte del Sector Oriental, puesto que incluye el relieve
de las cuestas, mesas bajas y paisajes de colinas con vegetación dominante de
sabana.
• Zona de Recreación: Son sectores propicios
para la recreación masiva y en donde se permite la mayor densidad de
visitantes. Se permite la construcción de instalaciones para el servicio de los
usuarios, como centros de visitantes, cafetines y puestos de guardaparques.
Existen 23 sitios de recreación definidos a lo largo de los cinco ejes
siguientes: La Escalera – La Ciudadela – San Rafael de Kamoirán, San Rafael de
Kamoirán – San Francisco de Yuruaní, San Francisco de Yuruaní – Paratepui de
Roraima, San Francisco de Yuruaní – Puente Río Kukenán y Luepa – Parupa –
Kavanayén – Karuai.
• Zona de Uso Especial: Comprende
áreas donde se desarrollan actividades que están restringidas y sometidas a
regulaciones especiales, y en otros casos se desarrollan usos incompatibles con
la figura del parque nacional, pero que ya existían antes de su creación.
Abarca las comunidades indígenas más grandes e importantes, como Kavanayén,
Kumarakapai (San Francisco de Yuruaní), San Ignacio de Yuruaní y Wonkén; las
misiones religiosas de Kavanayén y Wonkén; así como las áreas ocupadas por
obras públicas, como las microcentrales hidroléctricas, tendido eléctrico y
pistas de aterrizaje.
• Zona de Interés
Histórico-Cultural: Está conformada por sitios de carácter histórico en los
cuales se busca garantizar la conservación de las características culturales y
étnicas de las comunidades indígenas Pemón. Incluye 13 comunidades indígenas:
San Isidro, Iboribó, Anonté, San Rafael de Kamoirán, San Juan de Kamoirán,
Vista Alegre, Paraitepui de Roraima, Chirimatá, Awarkay, Uroy-Uaray, Kako,
Taukén Nuevo y Santa Cruz de Mapaurí.
• Zona de Recuperación Natural:
Son sectores que han sufrido alteraciones antrópicas en su ambiente y que deben
ser sometidos a un tratamiento de recuperación natural o inducido para
restaurar sus condiciones originales. Comprende 9 áreas ubicadas principalmente
en las cercanías de las carreteras, así como el tepuy de Roraima, el único en
donde se permite el acceso de visitantes.
El plan también contempla los
lineamientos básicos y directrices de los programas de administración y manejo
necesarios para garantizar el cumplimiento de los objetivos del parque, los
cuales comprenden los siguientes campos de acción: calidad ambiental;
infraestructura básica; seguridad, vigilancia y control; participación
ciudadana; resguardo y promoción de la cultura de la etnia Pemón;
investigación, educación, recreación y turismo (República de Venezuela 1991).
TURISMO
El turismo comenzó a ser una actividad de
mayor importancia en la Gran Sabana a partir del año 1989, cuando culminó el
asfaltado de la carretera Troncal 10 hasta Santa Elena de Uairén. A lo largo de
este eje carretero se encuentran diversos atractivos turísticos que son muy
frecuentados por los visitantes en las temporadas vacacionales. Algunos de
ellos son: La Piedra de la Virgen, Salto El Danto, Monumento al Soldado
Pionero, Centro de Visitantes de Inparques, Rápidos de Kamoirán, Salto Kamá
(Kamá-merú), Mirador de El Oso (donde se aprecia la Cadena de Tepuyes
Orientales), Quebrada Arapán-merú (Pacheco), Suruape y Kako-parú (Quebrada de
Jaspe) (Huber y Febres 2000).
Esta carretera posee dos ramales,
el primero de ellos se encuentra en Luepa y va en dirección hacia Kavanayén, y
los principales atractivos son: Salto Torón (Torón-merú), Salto Aponwao
(Chinak-merú) y el edificio de la misión capuchina de Kavanayén. El segundo
ramal de la carretera se encuentra en Kumarakapai y se dirige hacia Paraitepui
de Roraima, una vía que se caracteriza por tener un paisaje de altiplanicie
ondulada con un predominio de sabanas abiertas dominado por las imponentes
montañas de Roraima y Kukenán. Desde el puesto de guardaparques de la comunidad
de Paraitepui, salen las excursiones que tienen como meta ascender al Cerro
Roraima (2.810 m), único tepui en donde se permite la presencia de visitantes.
Este tepui es visitado anualmente por unas 3.000 personas y la mayor afluencia
se presenta en los meses de agosto y diciembre, así como en la Semana Santa.
Para Roraima se ha definido una capacidad de carga de 50 personas, con lo cual
se busca minimizar el impacto de los excursionistas. Actualmente no existe una
tarifa de entrada para los visitantes, pero si es obligatoria la contratación
de guías para ascender al tepui, servicio que generalmente es prestado por
indígenas de la etnia Pemón.
El resto de las áreas recreativas
es frecuentado por otro tipo de visitante que prefiere la actividad de
contemplación del paisaje, que viaja en su vehículo particular y visita los
atractivos ubicados cerca de la carretera, pernoctando por lo general en
algunos de los alojamientos disponibles o permaneciendo en las áreas para
acampar. Los meses de mayor afluencia de visitantes también son Agosto,
Diciembre y la Semana Santa. De estas áreas recreativas la más frecuentada por
los visitantes es la Quebrada de Jaspe (Kako-parú), en cuyo lecho hay un
afloramiento de rocas de jaspe de origen volcánico, que suelen despertar la
codicia de quienes la observan. Existe un puesto de guardaparques en el cual se
lleva un registro de los visitantes, que en Semana Santa llega a sumar más de
3.000 personas. Al igual que en todo el Sector Oriental, actualmente no se está
cobrando una tarifa de entrada.
Recientemente se realizaron unas
obras de reacondicionamiento en el área recreativa de Quebrada de Jaspe, que
estuvieron a cargo de CVG – Edelca, la empresa responsable de la construcción
del tendido eléctrico que atraviesa la Gran Sabana y el Parque Nacional
Canaima. Esta misma empresa también reacondicionó el área recreativa de Suruape
(Sarowapo) y el mirador de El Oso, lugar donde se puede apreciar la Cadena de
Tepuyes Orientales sin la interrupción visual y paisajística del mencionado
tendido eléctrico. Existen facilidades de alojamiento dentro del parque, como
el Campamento Turístico Chivatón, el Campamento Mantopai y la Misión de
Kavanayén, ubicados en la vía hacia Kavanayén.
En la carretera Troncal 10 se
puede encontrar hospedaje en Kama-merú y en los Rápidos de Kamoirán, donde
también hay una estación de servicio. Existen otras más, incluyendo las
opciones que ofrecen los mismos habitantes de las comunidades indígenas.
Diversas operadoras turísticas ofrecen variadas opciones de rutas y modalidades
de turismo para los visitantes, entre ellas se encuentran Ruta Salvaje, Akanan
Travel & Adventure.
Backpacker Tour, Biotrek y Petoi Tours entre
otras. Estas operadoras están registradas en el Instituto Nacional de
Promoción y Capacitación Turística (Inatur) y en la Cámara de Turismo del
Estado Bolívar, pero no están registradas en Inparques. Las aerolíneas Rutaca y
Avior ofrecen vuelos regulares que llegan hasta Santa de Elena de Uairén, e
incluso con otras empresas se pueden contratar vuelos que pueden llegar hasta
alguna de las pistas de aterrizaje ubicadas dentro del parque.
Actualmente Inparques está
coordinando las mesas de discusión para la elaboración de un Plan de Manejo
Turístico para la Troncal 10, proceso en el cual están participando todos los
actores relacionados con la actividad, incluyendo los distintos niveles de
gobierno, empresas turísticas y comunidades indígenas. El objetivo es coordinar
acciones para regular el desarrollo del turismo en armonía con los objetivos de
conservación del parque, así como realizar un registro y certificación de las
operadoras y guías turísticos que prestan sus servicios en el parque.
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